Este otoño, cambiamos la estructura de las conferencias para alinearnos mejor con nuestro modelo de aprendizaje experiencial. En lugar de las tradicionales conferencias de padres y maestros, pasamos a conferencias dirigidas por estudiantes. Esta práctica empoderó a los estudiantes, aumentando tanto la capacidad de acción como la responsabilidad de los estudiantes. Los estudiantes dirigieron sus propias conferencias, compartieron su trabajo, reflexionaron sobre su progreso y discutieron lo que deben hacer para seguir creciendo. Este no es un espectáculo único de perros y ponis. En este modelo, las conferencias se convirtieron en parte de la experiencia de aprendizaje de los estudiantes, brindándoles una auténtica oportunidad de practicar sus habilidades de liderazgo y comunicación. Los maestros apoyan a los estudiantes durante todo el año ayudándolos a establecer y reflexionar sobre sus objetivos de aprendizaje y lo que deben hacer para mejorar la calidad de su trabajo. Es un proceso continuo que apoya el aprendizaje permanente. 

Se pidió a las familias que respondieran una encuesta después de su experiencia con las conferencias dirigidas por estudiantes. El 93% de las familias que respondieron expresaron que saben cómo ayudar a sus alumnos con sus objetivos de aprendizaje en casa. El 90% de las familias valoró la experiencia como buena o muy buena. El otro 10% de los encuestados se mostró neutral.